Pinto pone en marcha la primera ruta del chocolate de Madrid

La tradición chocolatera de la localidad, que acogió una fábrica en 1866, ha llevado al Ayuntamiento a organizar la que se va a convertir en la primera ruta del chocolate de Madrid.

El Ayuntamiento de Pinto ha lanzado la primera ruta del chocolate.

Se trata de una guía digital con un mapa de los locales de hostelería de la localidad que ofrecen productos relacionados con el chocolate.

La idea, pionera en el municipio, busca especialmente que cafeterías y restaurantes se comprometan a ofrecer en su carta o menú del fin de semana, donde el chocolate sea un elemento principal.

Una vez presentadas las propuestas, los establecimientos adheridos a esta campaña de promoción comercial y turística, aparecerán en la guía como punto de referencia para degustar este producto.

(Fotos: Ayuntamiento de Pinto)

Desde el Ayuntamiento han diseñando diferentes elementos gráficos con información turística del municipio.

El objetivo es dar a conocer el patrimonio, las actividades culturales y de ocio a las que se suman esta Ruta del Chocolate, con la que quieren seguir potenciando la tradición chocolatera de Pinto.

También se busca dar visibilidad a los pasteleros, hosteleros y comerciantes.

En ese sentido, desde el Consistorio se anima a las churrerías, cafeterías, pastelerías, hoteles, restaurantes y establecimientos comerciales a potenciar en su oferta diaria el chocolate como producto especial, desde los típicos Ombligos de Pinto, a las tabletas de chocolate.

TRADICIÓN CHOCOLATERA

La tradición chocolatera de Pinto se remonta al siglo XIX.

El 1 de agosto de 1866 comenzó a funcionar, en Pinto, La Compañía Colonial, una fábrica que hacía chocolate y que se convirtió en una de las principales locomotoras del cambio social y económico de esta ciudad.

Fue la primera fábrica de chocolate a vapor que existió en España. Su fundador fue Jaime Méric, un hombre de estirpe francesa que heredó de sus antepasados su espíritu emprendedor.

Aunque, Jaime Méric levantó la fábrica primero en el centro de Madrid, (1854) a los pocos años se trasladaría a Pinto, porque en Madrid la fábrica no podía crecer más.

La fábrica continuaría su andadura capitaneada por las sucesivas generaciones de la familia.

El primero en coger el testigo de Jaime Méric fue su hijo, Edmundo, que siguió engrandeciendo la labor del padre y fue un hombre muy querido por los trabajadores de la fábrica y por el pueblo de Pinto en general, gracias a su compromiso con las mejoras de la ciudad y con el porvenir de sus gentes.

LOS OMBLIGOS

A raíz de esta tradición chocolatera, Pinto comercializa un dulce que sirve de homenaje, no solo al chocolate, sino también a ingredientes que homenajean a las antiguas huertas de Pinto y a la importancia del tren entre Madrid y Aranjuez, cuyo paso por Pinto sería decisivo para el cambio.

Se trata de los ombligos.

La palabra ombligo procede del latín umbilicus y significa centro o punto medio.

Una denominación que sirve de homenaje al carácter emblemático de Pinto como Centro Geográfico de la Península.

Sus ingredientes recuperan elementos tradicionales de la ciudad.

Destacan la zanahoria, que era habitual en las numerosas huertas de Pinto; la fresa, que recuerda al tren entre Madrid y Aranjuez, una de las líneas férreas más antiguas con parada en Pinto, y la cobertura de chocolate alude a la tradición chocolatera de más de 150 años.

UNA FERIA

Esta tradición chocolatera se pone también de manifiesto con la celebración, cada año, de la Feria del chocolate.

Se desarrolla el último fin de semana del mes de septiembre, puesto que en dicho mes se celebra el Día Internacional del Chocolate.

Pinto cuenta con la denominación de Ciudad Histórica del Chocolate.

El Ayuntamiento desarrolla en el Parque del Egido diversas actividades relacionadas con el chocolate, como degustaciones, en colaboración con el tejido comercial y hostelero de la localidad.

Si queréis más pistas sobre el mejor chocolate de Madrid, no dudéis en leer nuestro artículo sobre la pastelería de Madrid 2023.

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