En Valdetorres de Jarama, al norte de la región, Gloria Esteban ha dado vida a su sueño de disponer del mejor espacio para los caballos en Madrid
*Mamen Crespo Collada*/ Fotos: Esther Díaz-Cosechando Madrid
Un paraíso para los caballos en pleno corazón de Madrid. La Yeguada Anantara se ha convertido en el referente del pupilaje de alto nivel en la Comunidad de Madrid.
Con instalaciones de vanguardia, atención personalizada y una filosofía centrada en el bienestar animal, este complejo ecuestre ofrece a cada caballo una experiencia digna de un resort cinco estrellas.
Su propietaria, Gloria Esteban, lidera con pasión un proyecto que combina excelencia, innovación y amor por los caballos.
Ubicada junto al río Jarama, en el municipio de Valdetorres de Jarama, la Yeguada Anantara abrió sus puertas el 1 de octubre de 2019. Desde entonces, ha revolucionado el concepto de pupilaje en España.
Con más de 36 boxes en la cuadra principal y 24 adicionales, la yeguada alberga cerca de 200 caballos alojados, y se prepara para recibir 100 más próximamente.
Cada caballo alojado en Anantara disfruta de un servicio de “todo incluido”, con heno, forraje, pienso, lámparas infrarrojas para el invierno, y una cámara especial que regula la temperatura y elimina olores.
“El precio es cerrado, independientemente de las necesidades del caballo”, explica Gloria Esteban. “Aquí no hay extras, hay bienestar garantizado”, añade la propietaria de la yeguada.
Y es que la visión de Esteban va más allá del alojamiento. El complejo cuenta con cuatro villas pensadas para propietarios con varios caballos, que en el futuro incluirán viviendas.
Además, hay espacios dedicados a caballos mayores o lesionados, donde pueden disfrutar del aire libre como en una residencia de mayores.
Y eso no se detiene ahí: actualmente se están construyendo cuatro nuevas villas, cada una con capacidad para 20 caballos, lo que permitirá sumar 80 nuevos residentes al resort ecuestre.
ESCUELA DE EQUITACIÓN Y ESCENARIO DE TORNEOS
La Yeguada Anantara también cuenta con una escuela de equitación, con 40 caballos, que recibe alumnos de colegios e institutos de toda la región. “Queremos que los jóvenes vivan el mundo ecuestre desde dentro”, afirma Esteban.
Las pistas están diseñadas para doma, salto y entrenamiento, incluyendo una zona específica para los potros, que se introducen al salto de forma progresiva para evitar el estrés.
Pero Anantara es mucho más porque no es solo hogar, también es escenario. El centro organiza torneos regionales, nacionales y sociales para amateurs, además de concursos nocturnos que atraen a jinetes de todo Madrid. “Queremos que Anantara sea un punto de encuentro para todos los amantes del caballo”, dice su fundadora.
Con círculo de dar cuerda, caminadores en cada villa, y una pista compartida entre la escuela y los saltos, cada rincón está pensado para el desarrollo físico y emocional del caballo. La lista de espera para ingresar habla por sí sola: Anantara es el lugar donde los caballos quieren estar.
Gloria Esteban tenía claro su proyecto cuando lo soñó. “Surgió pensando en que quería que mis caballos estuvieran en un sitio que me gustara y donde estuvieran bien tratados y yo me sintiera bien. Al final lo abrí al público para compartir con otros propietarios y jinetes que sus caballos estuvieran tan bien cuidados como los míos”, confiesa la fundadora de Anantara, cuya pasión por los caballos nació en la infancia, cuando asistía a clases de equitación todos los domingos.
Aunque ha estado siempre cerca del mundo ecuestre, lo que realmente le apasiona es el cuidado del caballo: “Me gusta más cepillarlo, atenderlo, que montarlo”, admite. Esa sensibilidad se refleja en cada rincón de Anantara. “Se cuida a los propietarios y a los jinetes, pero el caballo es el rey”, afirma con convicción.
“He cumplido mi sueño, pero sigo soñando con más”, concluye Esteban, dejando claro que Anantara no es solo un proyecto, sino una extensión de su alma, que todavía tiene mucho que ofrecer.