Uno de los locales centenarios de la Comunidad de Madrid, el Café Comercial, es perfecto para apurar los últimos días de verano en su terraza, disfrutando de la mejor cocina
*Mamen Crespo*
Madrid no baja el telón cuando acaban las vacaciones. Con temperaturas suaves, luz dorada y ese aire de septiembre que invita a disfrutar sin prisas, la ciudad se transforma en el escenario ideal para seguir compartiendo momentos en buena compañía.
En el corazón de este Madrid otoñal brilla el Café Comercial, cuya terraza y buena cocina lo convierten en el enclave perfecto para saborear la ciudad.
Fundado en 1887, este restaurante no es solo historia, sino también memoria viva de generaciones enteras. Punto de encuentro para poetas, músicos, escritores y vecinos, el Café Comercial ha sido testigo de tertulias literarias, revoluciones culturales y sobremesas eternas.
Hoy sigue manteniendo esa esencia única, combinando tradición y actualidad en sus platos, que enamoran desde el primer bocado.
La carta es un homenaje a Madrid y sus sabores más reconocibles. En ella destacan los huevos rellenos, los intensos callos a la madrileña, las Gildas con su chispa perfecta, la oreja a la plancha con salsa brava, las icónicas patatas bravas con personalidad propia y el mejillón tigre que lleva el vermut al siguiente nivel.
UN CLÁSICO QUE NO TE PUEDES PERDER
Pero no se queda ahí. También encontrarás croquetas de jamón, ensaladilla con ventresca, tacos de cochinita pibil, pulpo a la brasa, alcachofas confitadas, tartar de salmón, steak tartar, carrillera ibérica, la hamburguesa Café Comercial y postres artesanales como la tarta de queso, el coulant de chocolate o el flan de queso.
Con septiembre y octubre ofreciendo un clima envidiable, este es el momento perfecto para redescubrir el Café Comercial: Sentarte en su terraza, pedir algo de su carta madrileña y dejarte envolver por su historia.
Porque hay lugares que no pasan de moda… simplemente se convierten en clásicos.
