La única procesión fluvial de Madrid surca el río Tajo en Fuentidueña

Fuentidueña de Tajo acoge, el 13 de septiembre, la única procesión fluvial de Madrid entre tradición, devoción y patrimonio cultural

La única procesión fluvial de Madrid volverá a emocionar a Fuentidueña de Tajo y a todos los que se acerquen con la tradicional Embarcación de la Virgen de la Alarilla, una celebración profundamente arraigada en la historia local.

Declarada Bien de Interés Cultural (BIC), esta festividad religiosa se celebrará el próximo 13 de septiembre a las 22 horas, cuando la barca surque las aguas del Tajo en un espectáculo de luz, color y fervor que reúne a vecinos y visitantes.

La embarcación, que transporta la imagen de la Virgen de la Alarilla, es el corazón de esta celebración única. Al anochecer, el río se convierte en escenario de una procesión que combina lo espiritual con lo visual, en una experiencia que trasciende lo religioso.

Devotos, curiosos y familias enteras se congregan en la ribera para acompañar a la Virgen en su recorrido fluvial, iluminado por antorchas, bengalas y reflejos sobre el agua.

Esta fiesta no es solo un evento religioso, sino también una manifestación de identidad colectiva. En Fuentidueña de Tajo, la tradición y la religión se entrelazan en una celebración que ha pasado de generación en generación.

La comunidad se une en torno a sus raíces, reafirmando el vínculo entre el pueblo y su historia, y convirtiendo esta procesión en un símbolo de pertenencia.

BIEN DE INTERÉS CULTURAL

La única procesión fluvial de Madrid es también un referente cultural en la región. Su declaración como Bien de Interés Cultural reconoce su valor patrimonial y su singularidad dentro del calendario festivo madrileño. La devoción popular, el entorno natural del Tajo y el carácter excepcional de esta embarcación hacen de ella una cita imprescindible para quienes buscan autenticidad y emoción.

Para los habitantes de Fuentidueña de Tajo, esta celebración es mucho más que una tradición: es una pasión compartida. “Todas estas fiestas forman parte de nuestra historia”, afirman con orgullo los vecinos, que preparan cada detalle con esmero.

La implicación ciudadana, el respeto por la fe y el amor por el pueblo se reflejan en cada gesto, en cada canto y en cada mirada dirigida a la Virgen.

Así, el próximo 13 de septiembre, la única procesión fluvial de Madrid volverá a navegar por el alma de Fuentidueña de Tajo. Una noche de emociones intensas, de encuentro con lo sagrado y lo festivo, donde el río se convierte en camino y la barca en símbolo.

Una celebración que honra el pasado, vive el presente y proyecta el futuro de un pueblo que late con fuerza cada vez que la Virgen surca el Tajo.

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