Mercadona duplica su apuesta por las patatas de Madrid

Las patatas de Madrid protagonizan una campaña histórica de la cadena de supermercados, que refuerza el compromiso con el producto local, la calidad y el sector primario español

Las patatas de Madrid han sido este año protagonistas indiscutibles en los lineales de Mercadona. La cadena de supermercados ha comercializado más de 4.000 toneladas procedentes de campos de la Comunidad, una cifra que supone duplicar los resultados de la campaña anterior y que refleja una apuesta firme por el producto cultivado en la región.

Este impulso ha sido posible gracias a la estrategia de dobles cosechas —invierno y verano— que ha permitido ofrecer patata nacional durante ocho meses.

Según la compañía, esta planificación ha sido clave para garantizar la presencia de patata española en sus tiendas durante gran parte del año, consolidando su compromiso con la producción local y la frescura del producto.

Mercadona ha subrayado que el 85% de su surtido es de origen español, y en el caso de la patata, ha trabajado con cultivos de Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia, Euskadi, Canarias, Illes Balears, Región de Murcia, Comunidad Valenciana y Andalucía.

Esta red de proveedores permite mantener una oferta constante y de calidad, gracias a acuerdos estables con productores locales como Patatas Hijolusa, Patatas Meléndez, Patatas Gómez, Udapa, Cadimisa, Illacamp, Papacan, Mr. Chippy y Legufrut.

Laura Merino, especialista de patatas en Mercadona, ha destacado que “gracias a la buena calidad de la patata, la demanda ha aumentado considerablemente”.

La climatología favorable en los meses estivales y la recuperación de cultivos de invierno en zonas cálidas han sido factores determinantes para una campaña de verano especialmente exitosa en términos de producción y calidad del producto.

En el caso concreto de la Comunidad de Madrid, las 4.000 toneladas comercializadas reflejan una apuesta clara por el sector primario madrileño. Mercadona ha recalcado su interés por las dobles cosechas siempre que sea posible, en línea con su estrategia de búsqueda de “productos de calidad y de proximidad”.

Esta filosofía permite ofrecer patata 100% española durante las campañas de verano e invierno, siempre que el producto cumpla con los estándares que los clientes valoran y demandan.

En total, la compañía ha comercializado este año 184.800 toneladas de patata nacional, un 35% más que el año anterior.

De ellas, 160.000 toneladas corresponden a la campaña de verano, iniciada en mayo y recientemente finalizada, y 24.800 toneladas a la campaña de invierno, cultivadas entre agosto y diciembre de 2024.

Esta planificación ha permitido mantener patata nacional en los lineales durante los primeros meses de 2025, reforzando la presencia de producto español en momentos clave del calendario.

DE IMPORTACIÓN HASTA ENERO Y FEBRERO

Con la producción nacional ya finalizada en casi todas las regiones, Mercadona ha comenzado a ofrecer patata de importación procedente de Francia, donde actualmente se desarrolla la campaña de patata nueva.

Esta medida busca cubrir las necesidades de los clientes durante el resto del año, sin renunciar a mantener algunas referencias nacionales como la patata especial freír de 2 kilos en tiendas de Península e Illes Balears, o la patata de carne blanca en Galicia y Asturias. Ambas estarán disponibles hasta principios de 2026.

A partir de enero y febrero del próximo año, Mercadona volverá a disponer de patata nacional en todas sus tiendas, gracias a su apuesta por la verdete, la patata de la campaña de invierno.

Esta variedad, cultivada en zonas cálidas, permite extender la disponibilidad de producto español en un periodo en el que tradicionalmente no se comercializaba. Una decisión que refuerza el compromiso de la compañía con la sostenibilidad, la cercanía y la calidad alimentaria.

Con esta campaña, Mercadona no solo consolida su liderazgo en distribución, sino que reafirma su papel como impulsor del sector agroalimentario español. Las patatas de Madrid, junto al resto de variedades nacionales, se convierten en símbolo de una estrategia que apuesta por lo nuestro, por lo fresco y por lo que realmente importa: el sabor de la tierra y el valor de quienes la cultivan.

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