Desde el clásico mixto hasta opciones gourmet, el sándwich ha pasado de ser un bocado rápido a una joya culinaria
Con motivo del Día del Sándwich, que se celebra cada 3 de noviembre, celebramos que el sándwich ha dado un giro impresionante en la última década.
Lo que antes era simplemente un recurso rápido y económico para llevar o comer de forma fácil, hoy en día se ha convertido en un bocado gourmet, lleno de ingredientes seleccionados y técnicas de preparación sofisticadas.
Del clásico mixto de jamón y queso al sándwich más elaborado con pan rústico de masa madre, la evolución es clara: más allá de la simpleza, se busca la perfección en el maridaje entre el pan y el relleno.
La mejora del pan, con fermentaciones largas y el uso de harinas y semillas diversas, se acompaña de rellenos cada vez más pensados, con ingredientes como encurtidos, cocciones lentas, ahumados suaves y hasta salsas de autor.
Este fenómeno gastronómico ha ampliado las fronteras de los sándwiches. La tendencia plant-based, que utiliza exclusivamente productos de origen vegetal, ha ganado espacio, incorporándose al mercado de una manera más centrada y no como una opción alternativa.
La posibilidad de disfrutar sándwiches en cualquier momento del día, ya sea como desayuno, almuerzo o cena, ha llegado para quedarse. La incorporación de panes de panadería artesana, como el de masa madre o las hogazas de corteza crujiente, ha sido clave en esta transformación, brindando una base sólida y sabrosa que ha convertido al sándwich en un platillo gourmet.
RODILLA, REFERENTE DE LA EVOLUCIÓN DEL SÁNDWICH EN MADRID
Rodilla, la cadena madrileña fundada hace 86 años, ha sido un referente de esta evolución. Con una tradición sólida en la preparación artesanal de sándwiches, la marca ha sido pionera en la creación de sándwiches innovadores que han mantenido el espíritu de la cocina tradicional, mientras se adaptan a las nuevas demandas del consumidor.
Desde su llegada a la vida cotidiana en los años 40 con el famoso sándwich de ensaladilla, hasta la creación de nuevas propuestas como sabores nórdicos con caballa o las focaccias calientes inspiradas en la cocina italiana, Rodilla ha sabido evolucionar sin perder su esencia artesanal.
El sándwich moderno en España se entiende en gran parte gracias a la visión de Antonio Rodilla, que en los años 40 comenzó a elaborarlos en su tienda de la zona de Callao, en Madrid. Desde entonces, la marca ha mantenido su vocación artesanal: procesos cuidados, recetas propias y un cuidado en la elección del pan y los rellenos, garantizando que cada bocado sea una experiencia única.
Iván Pulido, Marketing Manager de Grupo Rodilla, comenta que “es muy interesante poder ver toda la evolución que ha tenido el sándwich en nuestro país. Ahora se ha convertido en un producto que puede realmente ser considerado gourmet, dependiendo de su elaboración y los ingredientes que se utilicen.”
La preferencia del público está clara: Rodilla vende alrededor de 27 millones de sándwiches al año, y sus tres favoritos son los de Ensaladilla, Pollo al curry y Atún con tomate. La evolución del sándwich no es solo una cuestión de ingredientes, sino también de momentos. Cada vez son más los consumidores que buscan una experiencia más deliciosa, fresca y sofisticada, donde el sándwich deje de ser solo un bocado rápido para convertirse en una opción gastronómica cuidada.
Este 3 de noviembre, el Día del Sándwich es una oportunidad para reflexionar sobre la transformación que ha experimentado este humilde bocado, que ha pasado a ser un símbolo de innovación, técnica y sabor.