Sabores auténticos con arroz de Valencia: tradición, cultivo y cultura

Descubre el universo del arroz de Valencia: sus variedades, el arte de la paella y los secretos que esconden La Albufera y el Museo del Arroz

*Mamen Crespo*

El arroz de Valencia es mucho más que un ingrediente: es identidad, paisaje y cultura.

Bajo la Denominación de Origen (DO) Arroz de Valencia, este cereal se cultiva en un entorno único como La Albufera de Valencia, donde el equilibrio entre agua dulce y salada, el clima mediterráneo y la tradición agrícola dan como resultado un producto excepcional.

La Albufera es una laguna costera de origen natural situada a escasos kilómetros de la ciudad de Valencia. Declarada Parque Natural en 1986, este humedal alberga una biodiversidad extraordinaria y ha sido durante siglos el corazón agrícola de la región valenciana.

Su nombre proviene del árabe “al-buhayra”, que significa “el pequeño mar”, y su historia está ligada al cultivo del arroz desde el siglo XV.

Además de su valor ecológico y agrícola, La Albufera ofrece una experiencia turística única: es posible recorrerla en barca tradicional, navegando por sus aguas tranquilas mientras se observan aves, campos de arroz y puestas de sol inolvidables.

Esta actividad permite conectar con el paisaje y la cultura local de una forma auténtica y relajada.

CALIDAD, TRAZABILIDAD Y TRADICIÓN

La Denominación de Origen Arroz de Valencia fue creada en 1998 con el objetivo de proteger y promover el arroz cultivado en el entorno de La Albufera y otros humedales de la Comunidad Valenciana.

Actualmente, más de 16 empresas productoras forman parte de esta certificación, que garantiza calidad, trazabilidad y respeto por la tradición.

La DO supervisa todo el proceso, desde el cultivo hasta el envasado, y organiza actividades como TastArròs, la Fiesta de la Siega y colaboraciones con cocineros locales para difundir la cultura arrocera.

Existen tres variedades principales amparadas por la DO Arroz de Valencia: Senia, Bomba y Albufera, cada una con características que la hacen ideal para diferentes preparaciones.

El Senia es cremoso y absorbe muy bien los sabores, el Bomba es más firme y resistente a la sobrecocción, y el Albufera, más reciente, combina lo mejor de ambos. Todas ellas son perfectas para elaborar la auténtica paella valenciana.

LA MEJOR PAELLA VALENCIANA

Hacer una buena paella requiere algo más que buenos ingredientes: es una cuestión de técnica, fuego y respeto por la receta original.

La paella valenciana tradicional incluye pollo, conejo, garrofó, judía verde, tomate, aceite de oliva, agua, azafrán y sal, además del arroz de Valencia. El secreto está en el sofrito, el punto del caldo y el reposo final. Y sí, nunca lleva marisco ni chorizo.

Uno de los aspectos más importantes en la elaboración de la paella es el recipiente: el “paellero” debe ser ancho y poco profundo para permitir una cocción uniforme.

Además, el fuego debe ser constante y controlado, preferiblemente con leña de naranjo o sarmiento, que aporta un aroma ahumado característico. El arroz debe quedar seco, suelto y con ese toque dorado en el fondo que los valencianos llaman “socarrat”.

El cultivo del arroz en La Albufera es una práctica ancestral que se transmite de generación en generación. Los campos se inundan en primavera y se cosechan entre finales de verano y comienzos del otoño, en un ciclo que marca el ritmo de vida de los pueblos cercanos.

Este proceso, además de producir arroz de calidad, preserva el ecosistema de La Albufera, hogar de aves migratorias y flora autóctona.

Durante siglos, los agricultores han adaptado sus técnicas a las condiciones cambiantes del humedal. El sistema de riego tradicional, basado en acequias y compuertas, permite controlar el nivel del agua y proteger los cultivos. Hoy en día, se combina con métodos sostenibles y tecnología agrícola para garantizar una producción respetuosa con el medio ambiente y con la calidad del producto.

LA HISTORIA EN EL MUSEO DEL ARROZ

Para quienes quieran profundizar en esta historia, el Museo del Arroz de Valencia es una parada obligatoria. Ubicado en un antiguo molino arrocero, ofrece una experiencia inmersiva donde se puede conocer el proceso de cultivo, las herramientas tradicionales y la evolución de la industria.

Es una forma de entender cómo el arroz de Valencia ha pasado de ser alimento básico a símbolo gastronómico y cultural.

Y si lo que buscas es probar el arroz de Valencia en su máxima expresión, hay restaurantes que lo elevan a la categoría de arte.

Entre ellos destaca Casa Carmela, galardonado con el premio a la Mejor Paella Valenciana en el Concurso Internacional de Sueca, donde se cocina al fuego de leña y se respeta la receta tradicional.

El arroz de Valencia no es solo un ingrediente esencial en la cocina mediterránea, sino una expresión viva de la historia, el paisaje y la pasión de una tierra que lo cultiva con esmero.

Desde los campos de La Albufera hasta los fogones de los mejores restaurantes, cada grano cuenta una historia de tradición y excelencia. Descubrirlo es saborear Valencia en su forma más auténtica.

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