Rocacho Valdebebas abre sus puertas con algunas de las mejores carnes de Madrid, entre las que destacan la chuleta de buey de El Capricho, gyozas de rabo y callos, y bikinis de solomillo con trufa
*Mamen Crespo*
Entre los restaurantes con las mejores carnes de Madrid, Rocacho Valdebebas se ha ganado un lugar de honor gracias a una carta que rinde culto al producto y a la brasa.
La chuleta de buey premium (210 € el kilo) y la chuleta de vaca madurada de 40 a 60 días (85 € el kilo) son los platos estrella, preparados vuelta y vuelta sobre carbón de encina y servidos con patatas fritas caseras y pimientos de piquillo asados en su punto perfecto.
La devoción por la carne alcanza su máxima expresión con la exclusiva carne leonesa de El Capricho de Jiménez de Jamuz, considerada por medios como The Guardian y Time como la mejor carne roja del mundo.

Rocacho es el único restaurante en Madrid que la ofrece, y lo hace en cortes excepcionales que se exhiben en su famosa vitrina junto a pescados frescos de lonja, ostras y verduras de temporada.
En Rocacho Valdebebas también brillan platos como el dúo de gyozas —de callos de buey y rabo de buey—, las chuletillas de lechazo a la brasa y la hamburguesa con pan de cristal.

Pero si hay una novedad que marca la diferencia, son los bikinis: exclusivos de este local, se presentan en versiones como caracola de solomillo de vaca con emulsión de trufa, steak tartar de vaca con trufa rallada, o cola de carabinero con menta y kimchee y miel en pan crujiente.
EMBUTIDOS DE BUEY Y PESCADOS DE PESCADERÍAS CORUÑESAS
Asimismo, sus embutidos de buey, también de El Capricho, son un sello que distingue este restaurante frente a los demás. Destacan la cecina de buey, el chorizo y el salchichón. Precisamente, con la cecina, elaboran unas maravillosas croquetas cremosas, sello de la casa.

Aunque la carne es protagonista, Rocacho también seduce con sus pescados a la brasa, traídos por Pescaderías Coruñesas, y con arroces sabrosos y de grano perfecto.
Es obligatorio pedir, tanto sus bombones de Txangurro, como sus rocachos de bacalao, uno de los platos que han puesto a Rocacho en el mapa de la gastronomía.


Además, destaca su apuesta por pequeños productores como Curro Ulzurrun y Jorge Camacho, cuyos huevos Cobardes y Gallinas se sirven en platos como huevos con puntilla y carabinero, tomatitos en tempura rellenos de pisto y cecina, o tortilla de cecina de buey con espuma de queso de cabra.
Convertido ya en uno de los grandes templos contemporáneos de la carne en Madrid, Rocacho amplía su familia con la apertura de Rocacho Valdebebas, en un barrio en plena expansión que suma cada vez más vida y propuestas.
A las direcciones de Padre Damián y Plaza del Marqués de Salamanca se une ahora este tercer espacio, que conserva el sello de la casa: las brasas como seña de identidad y la excelencia del producto como principio irrenunciable.
INTERIOR, BARRA O TERRAZA
Rocacho reivindica también el valor de la sobremesa, esa costumbre tan nuestra que cada vez cuesta más encontrar. Abierto de forma ininterrumpida de 12.00 h a 01.00 h, recoge la herencia de los asadores clásicos y permite disfrutar sin turnos ni horarios restrictivos, haciendo posible ese placer pausado de permanecer en la mesa más allá del último plato.

El espacio acompaña la experiencia con una decoración elegante, materiales nobles y un servicio ultraprofesional. Cuenta con salón interior, zona de mesas altas sin mantel, barra viva y una gran terraza al aire libre donde se puede comer, cenar, tomar copas o picar algo a cualquier hora.
Mención especial merece su tiramisú, un postre imprescindible que se prepara en mesa delante del comensal.
Rocacho Valdebebas no solo amplía la oferta gastronómica del norte de Madrid, sino que reafirma el compromiso de la marca con la calidad, la autenticidad y el disfrute.

Si buscas un restaurante donde encontrar las mejores carnes de Madrid, este nuevo local es parada obligada para alcanzar una experiencia culinaria memorable y sin concesiones.