Descubrimos el restaurante Asta, en Moraleja Green, que cuenta con una gran cocina y con una de las mejores terrazas de Madrid para cenar este verano
*Mamen Crespo Collada*
La llegada del verano nos invita a disfrutar al aire libre, sobre todo por las noches, que es cuando bajan las temperaturas.
A pocos kilómetros del centro de la capital hemos descubierto el restaurante Asta.
Se encuentra situado en los jardines del centro comercial Moraleja Green y cuenta con una atractiva terraza, ideal para las noches estivales.

Si su ubicación es perfecta y su terraza, la envidia de muchos, su cocina hace que el plan de acercarse a cenar a este restaurante sea perfecto.
El protagonista de la cocina de ASTA es el fuego orgánico del horno de carbón que permite potenciar los sabores de las carnes y pescados presentes en la carta.
CARNES A LA BRASA
Entre sus carnes destacan la picaña de ternera fileteada a la brasa, el abanico ibérico o el lomo de vaca madurado al carbón.
También es muy difícil resistirse, si te gusta mucho la carne, a su chuletón de vaca madurado.
Las hamburguesas gracias a ese toque del carbón y a la calidad de la carne se han convertido también en imprescindibles de su carta.

En cuanto a los pescados, apostamos por el rodaballo a la parrilla, que suele estar en el fuera de carta.
También por el pulpo a la parrilla, un clásico del local.
UNA GRAN VARIEDAD PARA EL PICOTEO
Como apostamos por la noche para que vayáis a conocerlo, es probable que prefiráis hacer un picoteo.
Y en Asta es posible gracias a sus ricas y variadas raciones.
Berenjenas crocantes con miel, la empanadilla criolla de ternera o los torreznos con sal maldon están entre los platos que no os podéis perder.
Pero si sois amantes de la brasa, tendréis que decantaros por las alcachofas confitadas, por los pimientos asados al carbón, por las zamburiñas asadas o por el chorizo criollo a la parrilla.



Tampoco nos podemos olvidar de los huevos ECO, que cocinan con atún rojo marinado, con paleta ibérica o con carabineros.
Eso sí, empezad siempre con un aperitivo eligiendo su gilda, que es el guiño que le hacen a Madrid.

Una amplia selección de vinos y postres completan su ambiciosa carta, que tenéis que conocer.
Belén y Raquel, sus propietarias, trabajan cada día de forma incansable para que los clientes se vayan satisfechos. Y lo logran, vaya si lo logran.